A lo largo del tiempo, los grandes líderes han utilizado la narración para informar, para inspirar y para motivar. En la enseñanza no siempre ha sido así, y analizar los motivos podría resultar demasiado misterioso. Pero es innegable que el arte de contar historias no ha desaparecido de la escuela. Como tampoco desaparecen otros problemas más cotidianos: la pobreza, las desigualdades sociales, el cambio climático…
A partir de esas ideas, pueden surgir las preguntas:
- ¿Todavía existen razones para contar historias?
- ¿Es posible aprovechar la energía de la narración para buscar un mundo mejor?
- Con el poder de las historias y la creatividad, ¿cómo podemos ayudar a los niños y jóvenes en sus deseos de cambio?
Tal vez la narrativa digital o digital storytelling, el arte de contar historias reconvertido en storytelling 2.0, pueda ofrecernos alguna respuesta, alguna posibilidad. En cualquier caso, creo que los estudiantes y sus profesores no son los trabajadores de una cadena de montaje, ni tampoco una nueva clase de materias primas, sino una colección de vidas muy diversas, unos seres humanos con desarrollos evolutivos complejos, y también con antecedentes culturales e historias personales propias. Por eso, es evidente queel cerebro humano nunca fue diseñado para una educación industrial.
Las nuevas narrativas
Ciertas aplicaciones como Pandora casi son capaces de contar historias de la música que apreciamos. Otras, como Tip N Split, cuentan historias de repartos y propinas a través de una calculadora. Incluso hay aplicaciones que cuentan alguna historia en el sentido más literal, como Alice for the iPad. Aunque desde un punto de vista educativo, aquellas aplicaciones tecnológicas que nos permiten crear historias son más fascinantes, sobre todo porque resultan bastante impredecibles al utilizarlas en la escuela. Por ejemplo, con Animoto se pueden combinar las fotos, los vídeos y la música en impresionantes presentaciones de diapositivas. En Capzles, casi se puede capturar el tiempo de la vida. Así, surgirán las historias a través de las experiencias multimedia, con vídeos, fotos, música, blogs, documentos y más recursos. Meograph es una nueva herramienta que ayuda a crear, a ver y a compartir historias de carácter interactivo. Hace una combinación de mapas, de datos cronológicos, de enlaces y otros recursos multimedia para contar historias en un contexto geográfico concreto, lo que evidencia ya un uso educativo. Y ZooBurst, que también es una herramienta de narración digital, permite a cualquiera crear fácilmente sus propios libros pop-up en 3D (tres dimensiones). Con libros casi "en vivo" y en línea, y pueden ser desarrollados en cualquier ordenador, e incluso en el iPad mediante su propia aplicación móvil.

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